No todo el mundo tiene claro lo que es una traducción jurada. De hecho, la mayoría se topa con el término cuando menos se lo espera: en una matrícula, en una cita en extranjería, en un trámite con prisas. Y claro, te quedas pensando… ¿esto se puede hacer por internet? ¿cuánto tarda? ¿es obligatoria o están exagerando?
Pues bien, es normal tener dudas. Vamos a resolverlas sin rodeos, pero con contexto, que aquí no todo es blanco o negro.
Lo primero: ¿qué narices es una traducción jurada?
Una traducción jurada es una traducción con validez legal. No solo está “bien hecha”, sino que viene firmada y sellada por un traductor jurado nombrado por el Ministerio de Asuntos Exteriores. O sea, alguien que da fe —literalmente— de que lo traducido es fiel al documento original. Y eso, en ciertos trámites, es justo lo que te van a exigir.
No la hace cualquiera. Y no es algo que puedas modificar después. Va firmada, con su declaración oficial, y la puedes presentar ante un juzgado, una universidad o una administración pública sin que te la echen para atrás por “no ser oficial”.
¿Y cuándo te la piden?
Hay bastantes situaciones en las que te la van a pedir. Algunas muy obvias, otras no tanto. Pero para que te hagas una idea, si estás:
- Solicitando la nacionalidad española
- Inscribiéndote en una universidad fuera de España
- Registrando una empresa en otro país
- Casándote con alguien que vive fuera
- Presentando un certificado de antecedentes penales extranjero…
… lo más probable es que necesites traducir ese documento. Y no con Google Translate, claro. Con traducción jurada.
Un caso típico: una chica de Bogotá que quiere estudiar en Barcelona. Le piden el diploma de su universidad colombiana, traducido al español por traductor jurado. Si no lo entrega así, no la matriculan. Tan simple como eso.
O una pareja que se casó en Marruecos y quiere registrar el matrimonio en España. Lo primero que les dicen es: “Necesitamos el certificado, pero con traducción jurada”.
¿Y cómo saber si necesitas una jurada o basta con una simple?
La clave está en quién va a recibir el documento. Si es una administración pública, una universidad, un juzgado, un consulado… entonces ve pensando en pedirla jurada. No siempre te lo dicen de entrada, pero si preguntas, lo más probable es que la respuesta sea sí.
Ahora bien, si el documento es solo para uso interno —por ejemplo, entender un contrato, traducir una página web o enviar una propuesta a un cliente—, con una traducción normal te vale. Aquí no hace falta sello ni firma, solo que esté bien hecha.
Otra cosa: hay instituciones que aceptan traducciones “certificadas” (firmadas por traductores colegiados, pero no jurados). Eso depende del país y del trámite. Por eso, lo ideal siempre es preguntar antes de encargar nada. Un correo, una llamada, y sales de dudas.
Vale, la necesito. ¿Cómo se pide online?
Por suerte, no hace falta ir a ningún sitio. Puedes pedir una traducción jurada desde casa, en pijama, y sin tener que imprimir nada. Solo necesitas el documento original en buena calidad, saber a qué idioma hay que traducirlo y para qué trámite lo necesitas (porque eso influye).
En webs como atraducir.es puedes subir el archivo, indicar el idioma y recibir presupuesto. Si aceptas, el traductor empieza a trabajar y en unos días —a veces incluso 24h si es urgente— tienes la traducción lista.
¿Y cómo se entrega? ¿Papel, PDF, mensajero?
Hoy en día la mayoría de traducciones juradas se entregan en PDF con firma electrónica válida. Es decir, firmadas digitalmente por el traductor, con su sello y su declaración jurada. Este tipo de documento lo puedes enviar por email, subir a plataformas oficiales o incluso imprimir tú si te lo piden en papel.
Ahora bien, hay trámites (como notarías o ciertos registros) que aún exigen la copia impresa con firma original. En ese caso, puedes pedir que te la envíen por mensajería. Lo normal es que te den ambas opciones, para ir sobre seguro.
¿Cuánto cuesta? ¿Y cuánto tarda?
Depende del idioma, del tipo de documento y del volumen. Pero como referencia: un certificado de nacimiento o de antecedentes penales suele costar entre 30 y 50 euros. Si es un expediente académico completo o un contrato largo, ya sube.
¿Plazo? En general, unos 2 o 3 días laborables. Pero si lo necesitas ya, dilo. Hay traductores que ofrecen entregas en 24 horas. Eso sí, si es domingo o festivo… mejor no apurar.
Último consejo
Si tienes dudas, pregunta. De verdad. Antes de encargar nada, pregunta en la institución que te pide el documento. Y si tampoco lo tienen claro, contacta con un sitio especializado como atraducir.es. Te van a decir en dos frases si lo necesitas jurado o no, qué formato sirve y cuánto tiempo te va a llevar.
Porque sí, puedes perder tiempo dando vueltas… o resolverlo con un clic. Eso ya depende de ti.