Un papel que parece sencillo, pero puede ser clave para empezar una nueva etapa en otro país. Aquí te contamos lo esencial sin rodeos.
¿Realmente necesito traducir mi partida de nacimiento?
Depende de lo que vayas a hacer. Si estás pensando en casarte fuera, matricularte en una universidad extranjera, inscribir a tus hijos en un consulado o pedir la nacionalidad en otro país, probablemente te lo pidan traducido.
Eso sí, no vale cualquier traducción hecha por un amigo bilingüe. En la mayoría de los casos te van a exigir que sea una traducción jurada. Y eso tiene sus motivos.
¿Qué significa exactamente “traducción jurada”?
Es una traducción oficial, sellada y firmada por un traductor jurado. Es decir, alguien autorizado por el Ministerio de Asuntos Exteriores para certificar que lo que ha traducido es fiel al original. Así, el documento traducido tiene validez legal en trámites oficiales.
A diferencia de una traducción “normal”, esta va acompañada de una certificación, el sello del profesional y su firma. Es como si la validase un notario, pero con otro rol.
¿Qué se traduce en una partida de nacimiento?
Todo. Desde los datos básicos (nombre, fecha de nacimiento, lugar) hasta los sellos, firmas y anotaciones al margen. El objetivo es que el documento traducido sea una réplica exacta del original, pero en otro idioma.
Normalmente se traduce al inglés, francés, alemán, italiano o portugués, pero también hay solicitudes en otros idiomas. Lo importante es saber qué pide la administración a la que vas a entregar el papel.
¿Y cuánto cuesta traducirlo?
No hay un precio único, pero para que te hagas una idea, traducir una partida de nacimiento suele rondar entre 35 y 60 euros. En agencias como Atraducir, el precio está dentro de ese rango y se ajusta según el idioma o si necesitas más de un documento.
Algunos factores que pueden influir en el precio:
- Idiomas menos comunes
- Documentos escaneados con mala calidad o manuscritos
- Urgencias (si necesitas la traducción en 24 horas)
- Envío físico si necesitas la copia firmada en papel
¿Dónde hacer una traducción jurada que no dé problemas?
La clave está en ir a lo seguro. Busca siempre un profesional registrado como traductor jurado en España, o una agencia que trabaje exclusivamente con ellos. Es la única manera de evitar retrasos o rechazos por parte de la administración.
Atraducir, por ejemplo, colabora con traductores jurados especializados y te guía en todo el proceso. No solo traducen: te explican lo que necesitas entregar, cómo enviarlo y qué opciones tienes.
Una buena traducción te ahorra más de un dolor de cabeza
Puede parecer un trámite menor, pero una partida de nacimiento bien traducida —por alguien con experiencia— puede marcar la diferencia entre avanzar con tu papeleo o quedarte atascado. No te la juegues: si el documento es importante, la traducción también.